martes, 22 de enero de 2013

De Dinero Negro a Sucio, y del Cohecho a la Financiación ilegal de Partidos Políticos

El asunto Bárcenas, los artículos de los diarios El Mundo y El PAÍS sobre "los sobres del PP", el caso "Campeón", la trama Gurtel, el escándalo de los ERE's en Andalucía, etc., han puesto de actualidad expresiones como: dinero B, dinero negro, cuentas opacas, dinero no declarado... a pesar de los eufemismos estamos hablando de lo mismo, fraude fiscal o fraude a la Hacienda Pública, o lo que es lo mismo, fraude al ciudadano. Son cantidades de dinero que en origen y destino tienen unas circunstancias que no interesa que se conozcan y normalmente ilícita. Si en origen o destino tuvieran forma de controlarse, dejaría de ser "negro", ya que podría rastrearse.

Sumerjámonos un poco más en este mundo oscuro y opaco, a ver si somos capaces de entender el cauce por el que discurre el Dinero Negro para convertirse en Dinero Sucio, pasando por el Cohecho y financiar ilegalmente Partidos Políticos.

El Color del Dinero
"Lavar el dinero" o "blanquear" son expresiones comúnmente utilizadas que vienen a querer decir convertir el dinero "negro" en "blanco" sin dejar rastro de la procedencia y su antigua oscuridad, eso es, como el mejor detergente. Hay auténticos especialistas en esto, lo cual hay que decir muy claro que es ilegal y está seriamente penado.

El "dinero negro" se puede por tanto "blanquear", pero también puede cambiar de manos manteniendo su opacidad, y también cabe la posibilidad de que acabe convirtiéndose en "dinero sucio o manchado", lo cual se da cuando el dinero se pone al servicio de la financiación de productos o actividades con fines ilícitos graves, como puede ser la compraventa de estupefacientes, trata de blancas, extorsión, terrorismo, compra de voluntades, sobornos, tráfico de armas, ... por desgracia, la lista puede ser interminable.

¿Cómo aparece el dinero negro?
A la mayoría nos puede costar hacernos a la idea de dónde sale tanto "dinero negro", ya que si sóis asalariados con vuestra nómina es complicado imaginarlo, pues los ingresos de los trabajadores por cuenta ajena normalmente están controladísimos mediante el IRPF, y es improbable que acaben convertidos en dinero negro.

Sin embargo, si la empresa donde trabajáis tiene ventas que declara y otras que no, por tanto para estas últimas no hace facturas, y suponiendo el cobro en efectivo, el rastreo del origen del mismo es posiblemente indetectable.

Al defraudador le interesa ingresar este "dinero negro" porque evita pagar impuestos sobre las ventas y/o beneficios derivados de dichos ingresos, mientras que a la vez, se estará imputando los costes de dicha producción o servicio.

Este dinero B comienza a ser un problema para el tenedor del mismo desde el momento en que lo percibe, por tres motivos fundamentales que están simultáneamente entrelazados:

  1. Miedo a que Hacienda se pueda dar cuenta del fraude

  2. Deben montar una contabilidad paralela, lo que se llama una "contabilidad B" o "contabilidad real", en la que se tiene en cuenta no sólo lo declarado, sino también lo no declarado. Este tipo de contabilidades no se lleva a través de los conductos habituales, suele ser más artesanal o bien no dispone de interconexión con el resto de sistemas de información de la empresa. Es por ello que una auditoría tradicional no puede detectar este tipo de "ingenierías financieras", pues no se encuentra en los libros oficiales que la empresa pone a disposición de auditores o inspectores

  3. La acumulación de "dinero B" se convierte en un problema si el defraudador no tiene forma de darle salida, ya que debemos recordar que sólo puede hacerlo en "negro", es decir, en efectivo y sin facturas

Deshacerse del dinero negro
Tradicionalmente, los defraudadores reducen la cantidad acumulada de "dinero B" de diversas formas, desde las más simples a las más variopintas:

- Se ponen nóminas bajas que complementan con disposiciones de la caja del "dinero negro" (obviamente, no son tontos, y este dinero B lo suelen utilizar para los gastos cotidianos, restaurantes, etc., ya que si con este dinero se les ocurriera comprar cualquier bien declarable como una vivienda, coche, obra de arte, etc., podrían pillarlos más fácilmente)
- Buscan proveedores a los que les pueda interesar a su vez cobrar en "B"
- Pagan una parte de los salarios del personal en nómina y otra parte en sobres con dinerito no declarado
- Adquieren propiedades donde pactan que una parte se pague en efectivo y sin escriturar
- Los más osados, antes de la crisis, se metían a promotores y usaban el dinero negro para pagar a obreros y materiales, con lo cual al mismo tiempo conseguían "blanquearlo", ya que el "dinero B" se convertía en viviendas, locales, trasteros, garajes, etc., que a su vez al venderse acababa siendo "dinero limpio" (si es que escrituraban el 100% del precio real de compraventa, ya que en caso contrario conseguían el efecto opuesto, pues si por la venta de estos pisos cobraban parte en "negro", se veían con mayor cantidad de "dinero B" que al principio de la obra)

En fin, las formas de darle salida a este dinero es múltiple, normalmente cualquier cosa que se os ocurra puede valer, siempre que no deje rastro de estas operaciones fraudulentas.

De dinero negro a dinero sucio: la compra de voluntades, el Cohecho
El grave problema económico y social que comporta este fraude fiscal se ve agravado cuando se cruza una de esas líneas rojas que todos intuímos que hace años se han cruzado... una y otra vez, de arriba a abajo, de izquierda a derecha y viceversa: la utilización de este "dinero B" para la compra de voluntades.

Esta línea roja se cruzaría en el hipotético caso de que un político recibiera y aceptara estos sobres de "dinero negro" de un empresario X a cambio de, por ejemplo, una licencia de obras, urbanizar un suelo rústico, concesiones administrativas, licitaciones de obras o servicios, elegir determinados terrenos para que los atraviesen carreteras, ferrocarriles, infraestructuras, crear leyes favorecedoras para ciertas empresas o sectores, mirar para otro lado en cuestiones concretas, etc. (¿a que os suenan?).

Es decir, bajo estos supuestos el "dinero negro" del empresario X se convertiría en "dinero sucio", ya que está tratando de comprar la voluntad del político en su favor. A esto también se le llama comunmente soborno, y en el código penal está tipificado como cohecho.

El dinero ha cambiado de manos, y de "negro" ha pasado a ser "sucio", muy sucio. Llegados a este punto, el hipotético sobornado suele optar por una de estas dos opciones:

    1. Quedárselo y ya está con el fin de disfrutarlo o blanquearlo, con lo cual en caso de que se trate de cantidades grandes tendrá que buscarse la vida en solitario o con la ayuda de familiares, amigos, testaferros, sociedades fantasma, paraisos fiscales, etc.

   2. Que pacte con su agrupación o partido una trama de financiación ilegal complejamente articulada, en la cual una persona encargada de llevar el control de este dinero lo recauda, custodia y posteriormente administra bajo una contabilidad B, paralela a la que se declara y audita en los libros oficiales.

Financiación ilegal de partidos
En el caso de que optaran por esa financiación ilegal del partido o agrupación, ¿qué sentido tendría? Mucho, siguiendo con esta tesis, hay que mantener estructuras, personas, amigos, financiar campañas, pagar favores, silenciar personas, etc.

Como ya hemos visto, una posible acumulación importante de cantidades de este dinero pueden suponer verdaderos quebraderos de cabeza, por lo que en determinados momentos se camuflaría en cuentas opacas de paraísos fiscales, se pondría a nombre de terceros, etc., siempre con personas de total confianza, para poder acceder a él con facilidad y rapidez, bien sea por necesidad o porque hubiera que cambiarlo de sitio ante la amenaza de ser descubiertos.

¿Esperanza?
Lamentablemente este país lleva muchos años salpicado de casos de corrupción, la mayoría acaba sin culpables, pero siempre con víctimas: los ciudadanos, que vemos como en todas las formaciones florecen casos de este tipo, pero el dinero desaparece bajo tierra, se esfuma y nunca se encuentra ni se devuelve.

Unos se enriquecen ilícitamente mientras el resto de la población se atenaza con los recortes de servicios sociales, sanidad, educación, pérdida de empleos, ...

No es fácil acabar con el fraude fiscal y la corrupción, dado que para empezar muchos de nosotros somos demasiado tolerantes con ella, y en ocasiones lo vemos algo natural, incluso he llegado a oir comentarios de sobremesa del tipo: "todos los políticos roban, pero prefiero votar a X porque roba menos"... por favor, ni a uno ni otro, busquemos a alguien que no haya robado o bajo el que no planeen sombras de sospechas, tiene que haber alguno honrado.

Es crucial exigir leyes más duras, con penas más severas para los corruptos, independencia plena a la lucha contra el fraude fiscal, así como a las unidades de investigación anticorrupción.

Continuamente nos animan a seguir esforzándonos más para levantar el país, trabajar más, a tener ilusión y esperanza, pero resulta que el esfuerzo lo ponen siempre los ciudadanos anónimos, y ya sabemos quiénes ponen la mano para cobrar...

Empecemos por nosotros mismos para luchar contra la corrupción y el fraude, siendo intransigentes con ellos, seamos honestos y denunciemos los casos flagrantes ante los que nos encontremos. Es una forma de empezar.

Mr. Fahrenheit

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2 comentarios:

  1. Lo que sigo sin entender es como en este país la gente sigue pegandose por izquierdas y derechas, cuando ya no existe nada de eso, PSOE, PP y sindicatos tienen un cortijo montado donde se tapan unos a otros y pueden delinquir agusto.
    Basta ya de enfrentarse por historias que nos cuentan una y otra vez para mantenernos ocupados y salgamos a cortar cabezas de políticos sin escrúpulos, que se gastan el dinero a espuertas mientras hay gente desahuciada o en paro.

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    1. Entendiendo que lo de "pasar por la guillotina" a los políticos corruptos no es literal, estoy de acuerdo contigo. Esto no va de izquierda y derecha, va de honrados y corruptos, decentes y sucios... lo demás es secundario.

      Un saludo!!

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